Por María José Motta*
La protección de datos personales en Argentina: un escudo roto ante la invasión digital
Introducción y generalidades
La revolución digital ha transformado nuestra interacción con el mundo, facilitando un incesante intercambio de información que redefine nuestra vida laboral y personal. Sin embargo, este progreso tecnológico también expone un flanco vulnerable: la fragilidad de nuestra privacidad. En Argentina, la Ley 25.326, pilar de la protección de datos personales, enfrenta una obsolescencia preocupante que deja a los ciudadanos desprotegidos frente a nuevas amenazas digitales. La era digital ha traído consigo un flujo imparable de información, transformando la manera en que vivimos, trabajamos e interactuamos. Nuestro escudo digital, se encuentra en un estado crítico, desprotegiéndonos en un mundo donde la información es poder.
Amenazas contemporáneas: raspado de datos e inteligencia artificial
El avance de la inteligencia artificial (IA) plantea desafíos significativos para la privacidad. Estas tecnologías requieren vastos volúmenes de datos personales para ser eficientes, elevando el riesgo de exposición y mal uso de la información sensible. Particularmente preocupante es la práctica del "raspado de datos", donde empresas recogen y usan datos sin el consentimiento del usuario. La reciente intención de Meta de utilizar datos personales para entrenar modelos de IA subraya la urgencia de modernizar nuestras leyes de protección de datos.
Necesidad de una reforma
Derecho de oposición: un pilar esencial
La propuesta de reforma de la Ley 25.326 destaca la inclusión del derecho de oposición, crucial para reforzar el control de los individuos sobre sus datos. Este derecho facultaría a los usuarios para impedir el uso de sus datos en aplicaciones de IA no autorizadas previamente, protegiendo así su autonomía digital frente a estrategias de mercado agresivas.
Transformación digital y derechos fundamentales
La digitalización de las relaciones personales y laborales ha modificado estructuralmente la sociedad, impulsando modelos económicos basados en la reputación y la suscripción. Esta transformación resalta la necesidad de proteger los derechos fundamentales, incluido el derecho a la privacidad, mediante un marco legal robusto que contemple las innovaciones tecnológicas.
Un llamado a la acción legislativa
Es crítico que los legisladores prioricen la actualización de la Ley 25.326. La brecha entre la protección actual y la requerida crece exponencialmente, y la aprobación de estas reformas no es solo un avance normativo, sino una necesidad para construir una sociedad digital donde innovación y privacidad coexisten armoniosamente.
Alineación internacional y fortalecimiento jurídico
Convergencia con el GDPR
Adoptar estándares internacionales como el GDPR posicionará a Argentina como un líder en protección de datos a nivel global. Esta convergencia facilitará un enfoque de responsabilidad (accountability), obligando a las organizaciones a implementar rigurosas medidas de seguridad y a justificar el tratamiento de datos personales.
Protección contra abusos y transparencia
La reforma debe fortificar los mecanismos legales contra prácticas abusivas y fomentar la transparencia. Las empresas deben ser obligadas a esclarecer cómo manejan los datos personales, garantizando que los usuarios comprendan y puedan cuestionar los procedimientos de uso de sus datos. Este enfoque promoverá un entorno donde los derechos de privacidad sean prioritarios, respaldados por un régimen jurídico transparente y accesible.
Conclusión
Reformar la Ley 25.326 es imperativo para fortalecer la protección de datos personales en Argentina y alinear al país con los estándares globales más avanzados. Un marco jurídico moderno es fundamental para asegurar que la ciudadanía esté adecuadamente protegida en la era digital, incrementando la confianza pública y promoviendo un uso ético y responsable de las tecnologías de la información.